Publicado en la sección Bits Libres del periódico Entretodos, en noviembre del 2016

Va una idea

En el pasado Congreso de Software Libre organizado por el GULAG y apoyado por varias empresas e instituciones dí el mensaje de bienvenida a los asistentes de las universidades y empresas de la Comarca Lagunera.

Entre lo que mencioné, toqué el punto de que las escuelas pueden desarrollar su propia distribución de GNU/Linux. Al día siguiente, una persona me preguntó sobre ello:

— ¿Qué es una distribución, Osvaldo?

— Una distribución es tu propia versión del sistema GNU/Linux que incluye determinados paquetes de software para satisfacer las necesidades de un grupo específico de usuarios.

— ¿Cuáles son los beneficios de tener nuestra distribución en la escuela?

— Para empezar, los maestros y alumnos estarán dotados con herramientas personalizadas y repositorios para cada materia.

— Una empresa, que estoy segura conoces, ya nos proporciona la versión student del programa que necesito.

— Te creo; pero al crear tu distribución tendrán un programa completo y funcional. Nada de versiones limitadas.

— ¿Y los costos de licencias?

— Se trabaja con licencia GPL, o similar, con lo cual podrán hacer la cantidad de copias que necesiten sin gastar dinero.

— ¿Sin gastar dinero? — dice con asombro.

— Si el programa le fue útil a la escuela, pueden hacer una donación a la empresa, o persona, encargada de desarrollar dicho software.

— ¿Alguien ha hecho algo similar a lo que dices?

— Sí — le digo — ¿Recuerdas el Gran Colisionador de Hadrones? El CERN lo opera con su propia distribución. Se llama Scientific Linux.