Publicado en la sección Bits Libres del periódico Entretodos, en noviembre del 2018

Resistencia al cambio

La única constante es el cambio. Pero muchos se resisten a cambiar.

El hecho de usar el mismo producto que han manejado desde jóvenes o desde su tiempo de estudiantes para seguirlo usando ya en su vida laboral.

Me refiero a usar, por ejemplo, el mismo paquete ofimático que o nos dieron en la compra de ésa computadora (mismo que se tuvo que pagar a los 30 días por vencerse el periodo de prueba), o que nos dieron gratis durante nuestro tiempo de estudiante. El mismo que se tuvo que pagar para usarlo en la empresa y no caer en el uso de software ilegal. Dinero que se fue al extranjero.

Pocos somos los que salimos de esa zona de confort, y es sorprendente ver que no se encuentra uno solo: vemos que existe una comunidad a nivel mundial que trabaja de esa forma, que trabaja diferente.

¿Cómo podemos vencer nuestra resistencia al cambio? No es fácil, pero tampoco imposible.

Tenemos que planificarlo, esto es, organizar la secuencia de pasos a realizar para tener éxito en el cambio. El cambio a menudo implica más trabajo, educación y formación, factores que antes y durante el cambio se ven de manera negativa, pero al momento de terminar el proceso se podrá apreciar lo positivo de ello.

La forma en que quien tiene el control de la empresa transmita la visión será la forma en que el equipo pueda facilitar el movimiento hacia ese rumbo.

Ésta experiencia facilitará que los futuros cambios sean llevados de manera más rápida y eficiente.