Armando Rivera me entrevistó para la edición de septiembre de Entretodos. Copio y pego lo que está en el sitio:

La pandemia ha acelerado la migración digital

No todos los estudiantes cuentan con computadora ni internet; sus padres también deberán capacitarse, dice especialista en software libre.

Osvaldo Salazar es docente en varias instituciones educativas de la región y miembro del Grupo de Usuarios de GNU/Linux de la Laguna (GULag). Desde hace más de 15 años, tanto en sus trabajos de independiente como en el aula, ha abogado por el uso de la tecnología en las labores:

“En los dos ámbitos he intentado que tanto mis clientes y estudiantes comprendan que no es necesario estar siempre frente a la otra persona, y que existen muchas tareas, incluso colaborativas, que podemos realizar de manera remota”.

Sin embargo, admite que hasta antes de la pandemia existía la resistencia de algunos directivos para que todo se realizara de manera remota, aunque eso no fuera esencial para la clase.

La migración ha avanzado

Una vez instaladas las medidas sanitarias para evitar la propagación del Covid-19, notó que las escuelas cayeron en una “aceleración de emergencia”, no exenta de errores, para la que en muchos casos no estaban preparados, pero que era necesaria para no dejar de ofrecer sus servicios.

“Se confió en que la pandemia duraría un mes apenas, sin revisar el panorama mundial, en la que el confinamiento se extendía por bastante tiempo. Por eso, muchas escuelas, ni los jóvenes, tomaron las medidas pertinentes sino hasta que notaron que esto iba estar más tiempo.

Al parecer de Osvaldo Salazar, solamente las escuelas que contaban con carreras de informática tuvieron una reacción adecuada, puesto que la formación les permitió evaluar el escenario y, gracias a los conocimientos que ahí se imparten, formar una infraestructura adecuada para las clases.

Sobre las carreras que requieren una presencia en el taller, admite que existen simuladores que, en el papel, funcionan para transmitir los conocimientos, aunque no es lo mismo.

“Por poner un ejemplo, los jóvenes que estudian mecánica automotriz, pueden encontrar los conocimientos en simuladores, pero esto no se compara al estar frente al carro y tocar el metal”, dijo.

Todos estos cambios suscitados de golpe, la migración a un entorno digital en áreas tanto laborales como educativas, los ve naturales, aunque considera que iban a darse, de manera paulatina, en un periodo de 15 años. El proceso de aprendizaje de los últimos meses no debe abandonarse una vez que las medidas de la contingencia sean dejadas atrás, indicó el especialista.

Medidas poco incluyentes

Si bien han existido medidas del Gobierno Federal o las mismas instituciones educativas, éstas, a decir de Salazar, no contemplan las realidades de muchos niños y jóvenes del país, que se encuentran en situación de precariedad.

“No todos disponen de computadoras ni de internet. Hay algunos que el contar con internet creen que es tener datos en su celular, por lo que sería muy caro mantenerlo. Lo mismo con la televisión y la radio”.

Otra cuestión, poco discutida, es que existen carreras en la que los jóvenes acceden a laboratorios de cómputo para usar un software determinado. Ahora que están en casa, no disponen del programa, cuyo precio suele ser elevado.

“Debemos aprender a ser flexibles. Ver que existe software, libre por ejemplo, que pueden usar sin costo y obtener los mismos resultados. Para esto, claro, se requiere capacitación por parte de los docentes, para que aprendan a manejarlos”.

Los otros excluidos son los padres, quienes, a decir de Salazar, requieren también una capacitación, tanto para ayudar a sus hijos que lo necesiten como para comprender que llevar clases en línea les seguirá siendo útil.